El calamar es un cefalópodo que posee una cabeza grande, y un cuerpo en forma alargada de vaina ó tubo. Su cuerpo, reforzado por un esqueleto interno que lo atraviesa a todo lo largo y cartilaginoso, es esférico con dos aletas laterales. En torno a la boca hay ocho tentáculos con ventosas que utiliza para capturar sus presas y dos contráctiles con el extremo ensanchado y aplanado. En estos últimos hay cuatro hileras de ventosas rodeadas de anillos de garfios quitinosos (córneos). Los tentáculos contráctiles, más largos que el resto, son prensiles, sirven para atrapar a la presa y llevarla hasta los tentáculos más cortos, que la sujetan hasta que es desgarrada por unas poderosas mandíbulas en forma de pico curvado.